Adeba, trabajo artesanal delicado y exquisito hecho en España

En los zapatos de mujer de Adeba los lunares flotan, los lazos de colores se enredan en los árboles, los corazones laten en la punta de tus pies, los colores se superponen, cuelgan, aparecen en lugares insospechados y la purpurina baila. Adeba, calzado para que cada paso cree una historia. Hoy entrevistamos a Isabel Moralejo, directora creativa de la firma de calzado español.

¿Cuándo surge y por qué la marca española de calzado?

Surge de muchos años pensando y soñando con un proyecto así. Mi carrera profesional ha estado siempre ligada al estilismo editorial, pero desde pequeña tengo pasión y atracción por el calzado. Hace 15 años tuve mi primera experiencia en el sector, siendo cofundadora y diseñadora de la firma Otto et moi, desde que terminó ese proyecto siempre he soñado con volver con una firma propia. Hace 2 años aprovechando un ERE en la revista en la que trabajaba me puse a trabajar en la marca, lanzándola al mercado aproximadamente hace un año, en noviembre de 2022.

¿Quién hay detrás de Adeba?

Por el momento una única persona dirigiendo todo desde Madrid, pero un gran equipo detrás de proveedores y artesanos distribuidos entre Elche, Elda y Petrer (Alicante).

Soy la fundadora, creativa y directora de la firma. He trabajado siempre en el mundo de la moda, como estilista y directora de moda de diferentes revistas femeninas. Hacía años que me apetecía un cambio y aquí estoy.

¿De dónde surge el nombre de la firma?

Buscaba un nombre especial, con significado para mí, y no fue fácil encontrar algo que no estuviera registrado ya..

“Adeba” es un viaje a los buenos recuerdos de mi infancia, muchos de ellos surgidos en el viaje familiar cada verano entre DEVA (un río de Ourense) y DEBA (un pequeño pueblo de Guipúzcoa). Mucha de la inspiración para mis diseños viene de mi niñez, y de esta manera quedan reflejados en el nombre de la firma.

¿Cómo es el universo Adeba?

Un mundo mágico, de color, alegre, femenino y elegante.

¿Qué importancia tiene para vosotros el hecho en España y lo artesanal?

Mucha, y fue consciente con el tiempo. Visitar la fábrica en Elche y ver el trabajo de los artesanos te cambia el punto de vista de todo. Cada zapato pasa por muchas manos, en un trabajo artesanal delicado y exquisito. Un zapato hecho en España con esa calidad tiene un precio y a veces cuesta entenderlo. Una vez que ves lo que hay detrás, le das otro valor a cada par de zapatos para siempre.

¿Qué ha significado que la Reina Leticia ha llevado vuestras merceditas “Dance Black”?

Locura, literal. Han sido dos semanas de mucho trabajo, preparando pedidos, organizando reposiciones, atendiendo a clientas y a la prensa… Estoy feliz de lo conseguido, hemos llegado a miles de personas nuevas, tanto a nivel nacional como internacional. Es un posicionamiento de marca increíble y con sólo un año en el mercado ha sido el mejor regalo para empezar el año.

¿Cómo ofrecéis un producto respetuoso y con el menor impacto medioambiental posible?

No me gusta presumir de sostenibilidad, creo que muchas marcas engañan con esto y me da miedo caer en lo mismo.

Yo hago lo que puedo, haciendo pequeñas producciones, también tengo pre-order en algunos modelos, toda la fabricación y los proveedores son nacionales, las pieles que utilizo están bajo el sello LWG (Leather Working group), las cajas son recicladas (sello FSC)…

Pero en calzado es difícil ponerse la etiqueta 100% sostenible y por eso prefiero ser prudente con el tema. La firma tiene muchos puntos sostenibles, pero seguro que se podrían hacer muchas más.

¿Cuáles son vuestros planes de futuro?

Seguir creciendo como este año pasado, todo está yendo muy rápido y me gusta pensar que “Piano piano si arriva lontano”.

Tengo ya muchas tiendas interesadas en vender mis productos, ese es el desafío del 2024, la venta al mayor y también incrementar poco a poco la venta online internacional.

Planes e ideas tengo muchos, pero el tiempo y los recursos por ahora son limitados, así que me conformo con seguir como estoy, creciendo que se pueda y disfrutando del camino.