Champú sólido natural artesanal hecho en España
La responsabilidad de nuestra salud recae sobre nuestras decisiones y actos. Esto es una realidad que cada vez tenemos más presente. Aquí es donde la cosmética sólida (natural) ofrece la garantía de proteger la salud de nuestra piel y cabello con ingredientes de siempre.
La gran diferenciación por la que apostó desde sus inicios la empresa española La Malvaflor fueron sus fórmulas basadas en aceites vegetales y plantas. Utilizan aceites vegetales de primera presión, en su mayoría vírgenes y de procedencia ecológica. ¿El resultado? Sinergias potentes y efectivas para la piel de sus clientes.
“Extraemos los principios activos de las plantas en macerados, utilizando como base aceites de oliva, almendras o girasol bio, en función de lo que queramos extraer de cada planta”.
Apoyar esta opción no sólo significa contribuir a mantener viva la tradición de la cosmética artesana, también favorece al consumo “cero residuo”. Esta decisión permite evitar basura innecesaria y poner en valor las alternativas ecológicas y biodegradables, que pueden volver a ser absorbidas por la naturaleza con un menor impacto ambiental.
Esta nueva mirada ha supuesto un gran logro para pequeños proyectos locales como es el caso de La Malvaflor. Una marca madrileña que abrió sus puertas en diciembre de 2015, siendo una pequeña jabonería artesana ubicada en un pueblo de la sierra de Madrid. Tras el éxito, decidieron continuar elaborando productos para satisfacer las necesidades de sus clientes concienciados con el impacto del consumo sobre el planeta. Desde 2018 elaboran una cantidad limitada de 600 champús sólidos al mes debido al proceso de fabricación, tiempo de secado, etc. Entre su amplia oferta también se encuentran el acondicionador sólido, aceites faciales, corporales y capilares, bálsamos, exfoliantes y mascarillas faciales con una calidad excepcional.
Su obra maestra es sin duda el jabón artesano. Trabajan más de 20 variedades por el método de saponificación en frío para conservar las propiedades de los aceites (formulan con hasta 6 aceites vegetales) y garantizar unas piezas muy equilibradas con alta capacidad de acondicionado.
También se lanzaron a colaborar con productores locales con el fin de ofrecer complementos como jaboneras de bambú, cerámica, esponja de luffa o cajas de material biodegradable para transportar jabón y champú.
Desde sus inicios trabajan de acuerdo a las BPFC (buenas prácticas de fabricación cosmética) con total transparencia en la composición de sus productos. Además todos sus productos están registrados en el Portal Europeo de Notificación de Productos Cosméticos.