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El esparto español dentro de la industria papelera británica

Mientras que recopilaba información para este artículo vi la cantidad de historias, relacionadas con el papel de esparto, que podría…
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Mientras que recopilaba información para este artículo vi la cantidad de historias, relacionadas con el papel de esparto, que podría escribir. Desde ahondar más en la biografía de los primeros británicos fabricantes de papel de esparto, de cómo influyó en la economía del sureste español, de las uniones matrimoniales anglo-españolas que surgieron a raíz de este negocio, de historias personales de familias de esparteros que recogieron esparto para estas compañías, de las diferentes patentes que fueron surgiendo, de su vinculación con el arte y así un largo etcétera.

Barco británico transportando esparto en 1956
Barco británico transportando esparto en 1956

Todas estas historias paralelas las iré desgranando en futuros artículos ya que merecen ser contadas. Y además nos van a aportar mucha información interesante respecto al trabajo relacionado con esta magnífica fibra vegetal.

Ahora vamos a centrarnos y para ello, y a modo de introducción, debemos situar la invención del papel en la China del año 105 d.C de la mano de Ts´ai Lun, el cual utilizó restos de telas, cortezas de árboles y redes de pesca. Este invento permitió sustituir el papiro y el pergamino haciendo más fácil la transmisión de información y de conocimientos. El proceso hasta llegar a Europa fue largo. Llevó varios siglos y diferentes adaptaciones técnicas, las cuales fueron mejorando la calidad del papel, pero nos vamos a focalizar en el papel hecho con fibras de esparto y la importancia económica que tuvo en España y en el Reino Unido durante más de un siglo.

Descarga de esparto en el muelle de Londres
Descarga de esparto en el muelle de Londres

Es difícil imaginar que el esparto del sureste peninsular iba a ser la clave en la industria papelera británica del siglo XIX y XX, pero los hechos, y la arqueología industrial, así nos lo demuestran.

El punto de partida de esta historia comienza con la escasez de trapos para hacer papel durante la segunda mitad del siglo XIX en Inglaterra. Esto fue debido a la poca exportación de algodón por parte de Estados Unidos durante su Guerra Civil (1861-1865).

Desembarcando esparto en Escocia Valleyfield Mills Penicuick
Desembarcando esparto en Escocia Valleyfield Mills Penicuick

Algunos fabricantes de papel, con anterioridad a 1850, estuvieron ya experimentando en el proceso de fabricación de papel a partir de una materia prima alternativa al trapo. En 1839 nos encontramos la primera patente de fabricación de papel y cartón de esparto. Pero es Thomas Routledge, quien tras varios años investigando con diferentes fibras vegetales en Kew Gardens (Londres), decide usar el esparto. Concretamente el español, llegando a ser el primero en conseguir hacerlo de forma industrial.

La abolición del impuesto al papel, en la década de 1860, hizo que la demanda se disparara. Unido al contexto explicado anteriormente provocó el inicio del comercio de cantidades inmensas de esparto entre España y el Reino Unido.

Bajando el esparto en los muelles de Londres en el Támesis en 1938
Bajando el esparto en los muelles de Londres en el Támesis en 1938

Fueron muchas las empresas que surgiendo entorno al negocio del suministro y fabricación del papel. Una de las figuras más desatacas la tenemos en el empresario escocés William McMurray (1806-1887). El cual se convirtió en uno de los más importantes fabricantes de papel llegando a tener cuatro fábricas papeleras en el sureste de Inglaterra. Además fue arrendador de varias fincas con espartales, en el sureste español, y propietario de varios barcos de vapor que transportaban el esparto desde Murcia y Almería hacia diferentes puertos del Reino Unido como New Castle, Liverpool, Glasgow, Somerset o Londres.

Una de sus empresas se llamaba McMurray y Compañía de Almería, Águilas y Cartagena y tenía su sede en Londres. En 1875 adquirió la producción de la finca más importante de espartales, el Coto de Cortés (Granada), perteneciente a la empresa Esparto Fibre Company Ltd.

Trabajadores cargando esparto en la bahía de levante en 1895. Gustavo Gillman
Trabajadores cargando esparto en la bahía de levante en 1895. Gustavo Gillman

Durante casi un siglo el ritmo de exportación fue creciendo exponencialmente llegando incluso a buscarse otros mercados, como Argelia, Marruecos, Túnez y Libia, ante el gran aumento de demanda de esta materia prima.

Winston Churchill prefería el papel de esparto para alguno de sus libros
Winston Churchill prefería el papel de esparto para alguno de sus libros

Este movimiento de esparto tuvo su gran parón durante la II Guerra Mundial, aunque a partir de 1944 tendremos un último resurgir, en la década de 1950, bajo la influencia de Winston Churchill, el cual prefería el papel de esparto para alguno de sus libros.

Cargando esparto en la bahía de levante en 1895. Gustavo Gillman
Cargando esparto en la bahía de levante en 1895. Gustavo Gillman

Gracias a la documentación de la Asociación de Fabricantes de papel de esparto del Reino Unido tenemos constancia de que en 1956 de los 33 miembros, 22 de ellos estaban en Escocia y el resto en el sureste de Inglaterra, como Reed & Smith´s Silverton Mill y St. Cuthbert´s Paper Work en Somerset.

Actualmente es muy raro encontrar este tipo de papel. Desde el taller de Studio Musketa, y gracias a las enseñanzas de la maestra artesana Pilar Rodríguez de Papeles para Sentir, lo estamos recuperando. No sólo para no perder el cómo se hace, sino también para hacer productos diferentes e innovadores, con el esparto siempre como protagonista.

Etiquetas: Hecho en España

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