En Vinology, los vinos también son para el verano
Para disfrutar del vino en verano hay que saber qué beber y cómo. Pilar Oltra, sumiller y fundadora de Vinology, nos da 5 claves muy refrescantes y comparte las propuestas de su carta de verano.
Suena la canción “Watermelon Man” de Herbie Hancock -si no la conoces, activa Spotify-, mientras te sirves una copa de vino. Estás viendo caer el sol. O preparando el aperitivo que precederá a una larga sobremesa y una gustosa siesta. O una cena con amigos que acabará de madrugada. Cualquiera que sea el plan, que las altas temperaturas no te nublen los sentidos. Porque el vino también refresca, también es para el verano. Sólo hay que aprender qué beber y cómo, algo de lo que sabe mucho Pilar Oltra, sumiller y fundadora de Vinology, un bar de culto al vino que tiene como objetivo difundir su cultura, y quien nos ha recomendado ese temazo de jazz para maridar con un vino de verano.
1. Qué buscar y dónde: Es verdad que no todo vale. Lo que mejor entra en verano es un vino, explica Pilar Oltra, “que tenga alcohol moderado, bastante acidez, poco o nada de madera y cuerpo ligero”. Opciones hay infinitas, de una punta a otra de España: “Para rosados ligeros, Rioja o Navarra; para blancos jóvenes, Cádiz y Galicia. Pero me encanta beber tintos en verano: ligeros y frescos de variedades como la rufete de Salamanca, la bobal de Levante, la tintilla de Rota (Cádiz), la manto negro, callet de Mallorca, la garnacha de Madrid; o caiño, espadeiro, loureiro o sousón, de Galicia”.
2. La temperatura idónea: “En verano me gusta beber los vinos más frescos de lo habitual; aparte de que con el calor apetece, en la copa se calientan rápidamente. Los blancos y rosados los sirvo entre 4 y 6 grados; los tintos jóvenes y más ligeros entre 10 y 12 grados, y los tintos con madera entre 12 y 14 grados”.
3. Bebe sin prejuicios: Nos han hecho creer que echarse un hielo en la copa de blanco es un sacrilegio. Pues feel free. “No me importa poner hielo en blancos y rosados jóvenes, y soy muy de tinto de verano (con hielo y Casera). Lo que debe primar es consumir el vino como a uno le gusta. Hay momentos para disfrutar de vinos más complejos y momentos para vinos más sencillos, que nos refrescan y dan placer más inmediato, sin complicaciones”.
4. El rosado está de moda. “En el pasado, en España, se elaboraban pocos rosados de calidad y por eso existía el prejuicio de que el vino rosado no era bueno. Pero en la actualidad cada vez más productores apuestan por ellos y los hay excelentes. Me encantan los rosados en verano porque, aparte de ser muy refrescantes, son súper gastronómicos y versátiles a la hora de combinar con platos como mariscos, arroces, sushi, ensaladas y comida étnica o algo picante”.
5. La hora del vino. “Casi para cualquier momento hay un vino adecuado. Los hay perfectos como aperitivo, por supuesto para acompañar una comida; hay vinos de postre, de sobremesa; hay vinos para ver el atardecer frente al mar, para disfrutar con amigos, para beber en un festival de música y para celebrar”. Encuentra el tuyo.
Si te hacen falta más pistas, la carta de los vinos de verano de Vinology ofrece la posibilidad de probar en su local vinos de zonas españolas menos conocidas, de variedades autóctonas y de productores muy interesantes y llevárselos a casa a precio de tienda.
Vinology: o cómo contagiar la cultura del vino
Vinology es descubrir, aprender y amar el vino. Enamorarse del vino. Y todo con un único objetivo: potenciar su disfrute. Nace con la vocación de difundir su cultura. Un patrimonio milenario que habla de la tierra y su diversidad. Vinology es también la búsqueda de la excelencia, la innovación, la sostenibilidad, y el cuidado en los detalles. Desde la viña hasta la copa, pasando por talleres, catas temáticas y hasta wine sessions con música en vivo. Porque saciar la curiosidad de saber incluye también saber beber.