Esperanto apuesta por la tradición joyera española
Esperanto es joyería independiente diseñada y fabricada en España por expertos joyeros de nuestro país. La marca española está compuesta por Isabella y Emilio, quienes realizan ediciones de piezas esenciales y otras de unidades muy limitadas para completar la mejor selección, una en la que hay una joya adecuada para cada ocasión.
¿Cómo surge Esperanto?
Surge de nuestra naturaleza, que es inquieta y creadora. De nuestro disfrute con la moda y de las ganas de entregarnos juntos a un proyecto que reuniese lo mejor de ambos profesionalmente: la fotografía, la comunicación y la experiencia anterior en moda y en venta online. Porque Emilio y yo, además de fundadores de la marca, somos pareja.
¿Dónde se producen todas sus joyas?
Se diseñan y producen en España. Concretamente en Extremadura, en un pueblo de la provincia de Badajoz que tiene una de las fábricas más importantes de joyería en Europa. Nos mudamos aquí por trabajo y fue el hecho de estar aquí que nos lo puso en bandeja. Es un valor personal y fundamental que hemos querido trasladar a la marca: nos importa qué se hace, cómo se hace, dónde se hace, por quién y en qué condiciones. Apostamos por la tradición joyera española y, en nuestro caso, de la mayor proximidad posible.
¿Cómo es el proceso de creación de sus piezas?
El proceso es muy visceral: lo que nos sale. Nosotros somos Esperanto y Esperanto es nosotros. Y esto supone que nuestra esencia, nuestro sello, esté muy ligado a nuestra persona. Nos damos permiso para todo. Primero, lo que nos apetecería hacer y ya en segundo lugar, la tendencia. Estamos al tanto de la actualidad en moda, observamos con curiosidad otras marcas y diseñadores pero no seguimos lo último por el hecho de que sea lo nuevo. Esto es pasajero, nosotros queremos representar la esencia de la mujer Esperanto, que cambia, evoluciona pero no se vende.
Las colecciones de Esperanto se basan en la geometría y las formas puras, ¿verdad?
Sí, esa es una parte fundamental que queremos que nos represente siempre, que esté ligado a nuestro nombre, que se relacione Esperanto con joyería minimalista y viceversa pero no encasillarnos. Nos apetece crear sin restricciones de etiquetas.
¿Cómo consiguen crear piezas que aporten a cada estilo su personalidad propia?
No lo pensamos de esta manera. Simplemente, creamos. Pasamos a la acción. Si hacemos lo que nos apetece y somos fieles a nuestra marca, a nuestra esencia, esa joya encontrará su lugar en Esperano y será bien recibida por la mujer Esperanto, la recibirá bien. Por eso hablaba antes de que el sello Esperanto está muy ligado a nuestra forma de ver la joyería.
Esperanto diseña varias colecciones al año de edición limitada y numerada, ¿por qué?
¡Porque nos apetece! Jajaja… Es cierto. Esta es la única verdad. Nos apetece, nos mueve, nos motiva hacer colecciones que salgan de la norma. Las ideas más locas encuentran su camino en una colección cápsula de edición limitada porque puedes mimar mucho más cada pieza, como algo único. Y disfrutar de ofrecerle a tu público algo realmente exclusivo. En este mundo de las grandes producciones, eso es casi una proeza.
¿Con qué está comprometida la firma?
Con el talento español y la tradición joyera de nuestro país. En España hay mucho joven luchador y mucha persona mayor experimentada, con una trayectoria profesional envidiable. Y en España, además, hay muchas cosas que se hacen bien porque hay gente detrás que le ha dedicado toda la vida. Es muy importante para nosotros la calidad que recibe el cliente y los valores también son calidad. Yo quiero conocer dónde, cómo y quién fabrica mis joyas, en qué condiciones. Por eso, cada semana superviso personalmente el proceso de nuestras joyas en fabricación.
¿Cómo es la mujer que lleva piezas de Esperanto?
Nuestras #EsperantoGirls son mujeres extraordinarias para quienes en el interés en la moda va más allá de lo estético: es su modo de expresión. Sinceras, estilosas, arriesgadas, decididas y fieles a sí mismas. También sé que a la mujer Esperanto no le gusta llevar las mismas cosas que el resto. Quieren salirse la norma. Y eso es positivo, porque las personas que rompen moldes hacen este mundo más apasionante.