Numanthinos, redescubre la gastronomía tradicional
En 2021 Bodega Numanthia declara su complacencia por una receta como los callos con la creación de un maridaje único. Una sinfonía atemporal que aúna las particularidades de su vino y la creatividad en una tradición reinventada.
Asociados al invierno y a un manjar copioso, los callos se suelen concebir como la D.O. Toro en un imaginario de dureza, potencia en sabor y fuerte expresión. En la inédita experiencia gastronómica de Bodega Numanthia, la ruda apariencia se traduce en sutileza y elegancia para el paladar.
Reconocida internacionalmente y premiada con 100 puntos por Wine Advocate (Termanthia 2004), lo que hace de Numanthia una bodega única. Es su privativa encarnación de la compleja diversidad de la D.O. Toro, localizada en un clima semiárido y entre los que destacan viñedos prefiloxéricos de más de 140 años de antigüedad. Sin duda, una alianza total con la naturaleza. La prioridad de Bodega Numanthia es preservar el legado del viñedo centenario para las generaciones venideras, haciendo lo máximo por salvaguardar la biodiversidad de todo el ecosistema.
Bodega Numanthia es la única bodega de la D. O. Toro que tiene acceso a viñedos diseminados en un mosaico de pequeñas parcelas a ambos lados del río Duero. Tiene acceso a las diferentes facetas de la Tinta de Toro a lo largo y ancho de la pequeña denominación de origen. Esta senda a la diversidad y dispersión garantizan la amplitud de opciones antes de realizar el proceso de ensamblaje de Numanthia, y de esta forma, seleccionar y ofrecer la mejor expresión de la D. O. añada tras añada. Numanthia, la firma de la bodega, es una mezcla de notable profundidad y complejidad, creado con uvas provenientes de más de 100 parcelas diseminadas en toda la D.O. Toro.
Si existe un concepto que defina a esta bodega es la singularidad. Eje fundamental a partir del cual se ha desarrollado un programa en la búsqueda de otros elementos igual de particulares: los callos y la genialidad de un madrileño, un vasco y un catalán. Numanthinos parte de una receta culturalmente tradicional, para ser redescubierta desde la innovación por Javier Estévez, Sergio Humada y Marc Gascons, en una simbiosis perfecta con Numanthia 2015.
El talento de tres chefs de influencia nacional da rienda suelta a la aventura de elaborar unos callos definitivamente inesperados disponibles durante este año con una copa de Numanthia 2015 en La Tasquería (Madrid), Txitxardin (Lasarte-Oria) e Informal (Barcelona).
Cada chef encumbra sus valores y presenta su versión más inconformista en un proceso de maridaje perfecto de callos y Numanthia.
Javier Estévez, tras elevar el torrezno a la categoría de obra maestra, ha hecho de la casquería su bandera. En su moderno olimpo de la capital, Estévez ofrece, entre su alta cocina con toque casual, el guiso de callos, pata y morro.
Nacido en San Sebastián, Sergio Humada fue reconocido chef prodigio y tras aprender de Arzak, los Roca y Aduriz, asumió el mando del barcelonés Via Veneto con solo 29 años. Hoy, desde su pueblo natal, su brillantez da lugar a los callos de bacalao al pilpil con puerros a la brasa y praliné de piñones.
En el caso de Marc Gascons, formando parte de la tercera generación de una familia de restauradores. Cocina de esencia, fiel a la tradición desde un punto de vanguardia, Gascons emplea su visión más fresca en su “cap i pota” de ternera con garbanzos y chorizo picante, elaborado únicamente con pata y morro.
Estas tres creaciones están disponibles para degustar con una copa del vino de autor de Bodega Numanthia, el 2015. Mezcla de los mejores terruños, este vino se lanza 5 años después de la cosecha, en su momento óptimo. Refleja un riguroso equilibrio entre elegancia y potencia, y enuncia la más devota expresión de la diversidad climática de Bodega Numanthia y la centenariedad de sus viñedos.
Numanthia 2015 Notas de Cata:
Color: Cereza brillante con reflejos rubí.
Aroma: Vino fresco y expresivo. Con recuerdos a arándanos, violetas, grosella, canela, clavo y pimienta negra con un final balsámico y delicado como la menta, la flor de eucalipto y el sándano.
Gusto: Entrada firme y con desarrollo armonioso, amplio y equilibrado. Se muestra fresco, media boca cubierta y con un tanino pulido, a la vez que la buena acidez genera longitud y vivacidad. Fruta roja madura en primera instancia, canela con notas minerales y especiadas como el grafito, la nuez moscada y el clavo. El recuerdo es amable y largo con notas mentoladas, minerales y de frutos rojos.